Ceuta y Melilla, las ciudades autónomas detonante del cambio en política exterior

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Cada día vemos cómo poco a poco las relaciones entre Madrid y Rabat se van enfriando, sin entrar en conflicto armado ni civil, pero sí diplomático y económico. Cabe puntualizar que la posibilidad de un conflicto militar es prácticamente inexistente (y que se mantenga así mucho tiempo), aunque algunos puedan desearlo. Marruecos es consciente ya de las consecuencias negativas que ha tenido el lanzar a la población civil contra una frontera, hecho que terminó con la resolución 2021/2747 de la Comisión Europea sobre “Violación de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y uso de menores por las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta” del 10 de junio, una forma directa de apoyo que Europa da a España y que asume las fronteras de Ceuta y Melilla como propias de la Unión Europea. 

En estas últimas semanas hemos visto cómo Marruecos busca desestabilizar a España a través de la empresa Naturgy por el paso del gas, una empresa considerada estratégica para la seguridad nacional. A través de ella, quiere forzar al Gobierno a tener que negociar nuevos acuerdos, partiendo de una posición en desventaja. En 4 meses el contrato de uso del gasoducto Magreb-Europa (EMPL) finaliza, actualmente se está en plena negociación para la renovación del paso del gas, pero Marruecos no está muy por la labor. Rabat sabe que a España le pillará a las puertas del invierno y que una disminución del paso de gas incrementará el precio de forma exponencial. Algo que el Gobierno español no se puede permitir, pues sabe que esto lo usará la oposición para atacar y que además ahondará en el malestar social, el cual ya está “caliente” por la subida del precio de la luz, el del carburante para vehículos y los problemas políticos que se están generando dentro del territorio. 

Afortunadamente para el Ejecutivo, esta crisis se está solucionado de forma rápida, discreta y ventajosa, algo con lo que posiblemente Marruecos no contaba, y es que Argelia se está convirtiendo en un gran aliado en todo lo que está ocurriendo y como dije en la 2º entrada “España frente al reto de modificar su política internacional 2ª Parte: La nueva política internacional” junto con Túnez y Libia se han de convertir en socio estratégico a corto plazo para aislar a Rabat. 

Hace solo unos pocos días, en un foro diplomático, acaba de darse un ejemplo de esto que acabo de apuntar en torno a la relación entre España y Argelia frente a Marruecos. Es este:

Fuente: Twitter (28 de juno de 2021)

A este respecto, Argelia afirma tener la capacidad de aumentar el flujo de gas que llega a España a través de Almería por la tubería de Medgaz y dejar de prestar servicio en el paso de Magreb-Europa que transcurre por Marruecos. El aumento de la relación hispano-argelina y el enfrentamiento que Argelia tiene con Rabat por el Sáhara Occidental deja al reino alauí con una crisis de suministro de gas que no se esperaba, pues si se cierra el paso de gas por el Magreb se queda sin su principal suministro que llega al 50% y tendrá que depender de un gas supeditado el precio del barril de Brent.

Ahora mismo, el principal foco de tensión que se ejerce hacia España es la Operación Paso del Estrecho que discurre cada año por Algeciras como puerto principal, pero que también pasa por Valencia, Alicante y Almería. Se trata de una especie de chantaje que supone la pérdida de más de 1.000 millones de euros para el Estado por el movimiento migratorio de 3,2 millones de ciudadanos magrebíes que regresan a su tierra desde toda Europa. Esta es una de las principales bazas de castigo que nos intentan infligir por atender con “carácter humanitario” en un hospital de Logroño al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali. Unos ingresos que ahora España debe buscar, entre otras formas, atrayendo turistas de todo el mundo, gestionando de forma eficiente el control de la COVID-19 de tal manera que los países vean en España un lugar seguro donde viajar y recomendar. 

En esta nueva Operación Paso del Estrecho las navieras españolas estiman en más de un 50% de las pérdidas que afectan a España, según afirma el director de Ventas de FRS (Ferrys Rápidos del Sur, S.L.U.). Marruecos intenta aislar a España reforzando su tráfico naviero con los puertos de Marsella y Sète en Francia y Génova en Italia y creando una nueva línea marítima entre Portimao en Portugal y Tanger Med en Marruecos, obligando a sus súbditos a realizar viajes más largos y duraderos y normalmente más caros.

Otro de los frentes que el reino alauí tiene abierto, esta vez no solo con España, es el del Cuerpo Diplomático alemán y español, a los que menosprecia, excluyendo a sendos embajadores el pasado día 15 de junio de la reunión que mantuvieron todos los representantes acreditados en Rabat con Naser Burita, ministro de Asuntos Exteriores, en la sede ministerial. El pasado mes de mayo Rabat llamó a consultas a su embajador en Berlín, por el deterioro de las relaciones que arrastran desde marzo, a día de hoy el Gobierno marroquí tiene “suspendido todo contacto“ por “malentendidos profundos”. Respecto a las relaciones con el Reino de España, la embajadora en Madrid fue retirada el 18 de mayo sin que se atisben intenciones de que vaya a volver a medio plazo y en los círculos diplomáticos se especula con la posibilidad de que Marruecos expulse a nuestro embajador en Rabat. Con la retirada de una y la expulsión del otro se romperían completamente las relaciones diplomáticas entre ambos países y se ahondaría más en las maltrechas relaciones entre los dos Estados. 

Aunque es cierto que tradicionalmente Francia siempre ha mantenido una postura a favor de Marruecos tanto en la Marcha Verde como al principio de la actual crisis en Ceuta, se ha dado cuenta de que tal vez no le convenga mantener el apoyo, y más tratándose de una frontera europea como se dice en la resolución 2021/2747 de la Comisión Europea. Según el periodista Jean-Pierre Tuquoi, experto en Magreb y autor de varios libros sobre Marruecos: “Por una vez, Francia no toma partido por Marruecos”, para argumentar el editorial de Le Monde titulado “La reputación internacional de Marruecos queda muy degradada” tras el asalto de civiles a nuestra fronteras. El periodista afirma que “es Le Monde quien lo dice, pero refleja en cierta manera la situación de la diplomacia francesa respecto a Marruecos y es un cambio increíble, cuando se piensa en todos los años en los que Francia defendió siempre a Marruecos ante a la UE, ante Argelia, ante el mundo”, el apoyo francés a España se fundamenta en la resolución de la Comisión Europea. 

 Por todo ello Francia se vería sola defendiendo la postura de Marruecos y no le interesa, además abriendo el zoom sobre África, y los intereses que los galos tienen allí, se ve cómo la política exterior está cambiando lentamente y las antiguas colonias francesas empiezan a ser socios de tú a tú, como explica David Soler Crespo en su artículo “La Obsesión de Macron con África” publicado el 14 de junio de 2021 en Esglobal, El presidente francés ha puesto a África como uno de sus principales focos en política exterior, donde busca alejarse de su pasado colonial y posicionar a Francia como el aliado occidental de referencia del continente.

Fuentes:

https://www.elconfidencialdigital.com/articulo/dinero/informe-cni-sanchez-opa-naturgy-que-garantizar-caracter-estrategico-seguridad-nacional/20210604105854248679.html

https://www.lemonde.fr/idees/article/2021/05/21/crise-des-migrants-a-ceuta-il-est-temps-de-sortir-d-une-certaine-naivete-dans-le-regard-porte-sur-le-maroc_6081001_3232.html

https://www.esglobal.org/la-obsesion-de-macron-con-africa/